7 junio, 2023

Se consolida la agenda de desarrollo sustentable en el Corredor de Exportación Norte de Brasil

RTRS participó de la 19ª edición de Agrobalsas, exposición sobre agronegocio en el estado de Marañao organizada por FAPCEN, que abarca los estados productores de soja y cultivos asociados de Brasil.

La Round Table on Responsible Soy Association (RTRS) participó de la 19ª edición de Agrobalsas, cuyo tema fue “Responsabilidades compartidas” y tuvo lugar del 16 al 20 de mayo de 2023, en la ciudad de Balsas, zona sur del estado de Marañao. El evento, que es una iniciativa de la Fundación de Apoyo a la Investigación del Corredor de Exportación Norte (FAPCEN- Fundação de Apoio à Pesquisa do Corredor de Exportação Norte), reunió a empresarios, productores rurales, ganaderos, presidentes de entidades del agronegocio, educadores y estudiantes en un espacio de charlas para compartir ideas relacionadas con la producción agrícola sustentable, destacando la importancia de cada eslabón de la cadena para la preservación del medio ambiente y para la inclusión social. En los espacios de exposición grandes marcas tuvieron la oportunidad de presentar nuevas oportunidades para el desarrollo regional a través del agronegocio y de la incorporación de la certificación y de nuevas tecnologías en el campo.

Según Gisela Introvini, Superintendente de FAPCEN, el propósito de Agrobalsas es compartir información y mostrar la fuerza de la producción sustentable de MaToPi (Marañao, Tocantins y Piauí). Gisela destaca que la herramienta utilizada por FAPCEN para promover la agricultura de manera sustentable en la región son los principios y criterios ofrecidos por RTRS, y que eso involucra el trabajo desde el productor hasta el consumidor final. “Todo el trabajo se realiza a partir de los criterios y principios de RTRS, que se difunden bajo la forma de cursos de capacitación, mesas técnicas y de debates, muestras agrícolas y días de campo”, explica Gisela. Ella también señala que los jóvenes, especialmente los estudiantes, tienen un rol preponderante. Por medio de la agricultura sustentable, la tecnología y las buenas prácticas en el campo, se busca impulsar el desarrollo del MaToPi generando más empleos e ingresos para la población.

FAPCEN coordina el proyecto de certificación de las propiedades en la región desde 2011. En 2022 llegó a más de 300 mil toneladas certificadas RTRS (de un total de casi 500 mil toneladas de soja certificada RTRS en el estado de Marañao). Este trabajo se suma al de muchos otros actores de la cadena. En 2022 se certificaron más de 6 millones de toneladas RTRS a nivel global, y Brasil es responsable por más del 80% de ese total, con una tasa de crecimiento del 46,5% de la producción certificada, respecto de 2021.

Superficie certificada por estado en Brasil

Estado Número de propiedades Superficie plantada RTRS (ha) Producción total RTRS (toneladas)
BA – Bahía 27 184.906,95 658.114,84
GO – Goiás 48 76.685,97 302.180,21
MA – Marañón 8 121.963,91 495.295,36
MG – Minas Gerais 24 38.261,61 153.951,79
MS – Mato Grosso del Sur 15 31.255,30 126.936,62
MT – Mato Grosso 133 877.928,42 3.308.154,15
PI – Piauí 5 79.542,00 339.725,98
PR – Paraná 11 8.995,27 34.423,89
RO – Rondonia 9 41.005,26 133.726,54
SP – San Pablo 4 1.886,90 8.141,05
TO – Tocantins 1 3.164,50 11.617,58
TOTAL 297 1.465.595,09 5.572.268,30

 

Los diagnósticos realizados por la Fundación en los campos son fundamentales para que los mismos puedan adecuarse y lograr la certificación a partir de un modelo que premia al productor que implementa prácticas con responsabilidad socioambiental y que aplica la innovación. De esa forma, el Estándar RTRS para la Producción de Soja Responsable es una herramienta que promueve la minimización y/o prevención de los principales riesgos agrícolas y que permite visualizar y valorizar las acciones que el productor rural practica dentro y fuera de su propiedad, además de atender a mercados diferenciados y observar aspectos sociales importantes, proporcionando a los colaboradores una mayor calidad de vida.

Representantes de RTRS estuvieron presentes en el encuentro y destacaron el trabajo realizado por FAPCEN no solo con respecto a la certificación en la región y sus esfuerzos contra la deforestación, sino también los aspectos sociales que la Fundación contempla, como el trabajo desarrollado con las comunidades locales, la garantía de sus derechos y de su bienestar – prácticas que están alineadas a los cinco principios del Estándar RTRS.

Con respecto a los impactos de las prácticas agrícolas sustentables como abordajes que trascienden las dimensiones ambiental y social, se destaca también la práctica del Sistema Siembra Directa, que presentó la Federación Brasilera de Siembra Directa. Las diferencias entre “hacer siembra directa” – que es una técnica agrícola – y “adoptar el Sistema Siembra Directa” es que este último requiere adecuaciones más completas en la forma de hacer la siembra directa y exige revolver mínimamente el suelo, además del uso de plantas de cobertura diversas en la rotación de cultivos y el mantenimiento constante del suelo cubierto con paja. Este sistema, cuando se lo compara con otros que utilizan la preparación del suelo, permite desarrollar una agricultura sustentable porque proporciona diversos beneficios, como: la reducción de la erosión hídrica y eólica de los suelos, de la emisión de gases de efecto invernadero, así como del uso de combustibles fósiles y de agroquímicos; además del aumento de la infiltración del agua y de la eficiencia de los fertilizantes aplicados y de la recuperación de la materia orgánica, de la biodiversidad y de la resiliencia del suelo.

Las pautas del Sistema Siembra Directa se acercan a las buenas prácticas agrícolas contempladas particularmente en el principio cinco (“Buenas Prácticas Agrícolas”) del Estándar RTRS y contribuyen a lo que se conoce hoy como “agricultura regenerativa”. En 2022, RTRS implementó una evaluación inicial e inédita desarrollada por un consultor externo e independiente para analizar en qué medida el estándar RTRS podría ser considerado como agricultura regenerativa. El análisis relacionó los 108 criterios del estándar RTRS a cerca de una docena de prácticas que constituyen la esencia de la agricultura regenerativa: biodiversidad, prevención de la deforestación, conservación de hábitats naturales, uso de fertilizantes y pesticidas, adopción de cultivos de cobertura, manejo de la plantación, rotación de culturas, reforestación, aplicación de estiércol/abono, muestreo del suelo, prevención de la polución, energía renovable, verificación de emisiones de gases de efecto invernadero, cultivo intercalado e irrigación. El análisis reveló que el estándar actual de RTRS incluye un número considerable de prácticas agrícolas regenerativas, eso significa que hay un alineamiento cercano en muchas áreas, y que, con más desarrollo, ese alineamiento puede ser más intenso aún.

En resumen, los abordajes como el del Sistema Siembra Directa muestran las numerosas sinergias con las buenas prácticas agrícolas presentes en el Estándar RTRS. En ese sentido, la certificación se torna una herramienta complementaria a las iniciativas de sustentabilidad ya existentes y genera diversos beneficios para el productor y para la cadena de abastecimiento de la soja y del maíz.

RTRS celebra ser parte de la colaboración con stakeholders de la cadena de valor de la soja y el maíz, y propiciar más acciones para potenciar sinergias para el desarrollo sustentable.

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